Sinopsis:
Aunque todo
indicaba que moriría sola y devorada por su gata, Daphne se ha casado y su
soltería se ha borrado de un plumazo. Ahora trabaja en la televisión, tiene su
propio programa de radio y aún escribe para la revista In Style. Todo ha cambiado
salvo una cosa: Sigue siendo un completo desastre.
Su vida se pone del revés, una vez más, cuando se entera de que van a rodar una película sobre la bochornosa aventura que protagonizó en el pasado. A la vez, el asesinato de una top model y un enigmático personaje llamado Tiechris vuelven a situarla en el centro de una investigación policial. Y aunque la cadena de crímenes parece estar relacionada con la película, la aparición de la actriz Lindsay Sloane dándole vida en la ficción y la de Kathleen Tramell, una misteriosa escritora de novelas de intriga, complicarán aún más su resolución. De nuevo Daphne se verá obligada a investigar junto a sus amigos el que será el caso más complicado de su carrera.
Además descubrirá que está embarazada. Y así, con las hormonas revolucionadas, el peso por las nubes y un humor de perros, deberá darle caza al asesino antes de que mate a una nueva víctima.
Autor:
Carlos Juan Pérez de
Tudela es toda una caja de sorpresas. Un VAÚL DE LA PIQUER!!!.
Para que os hagáis una
pequeña (ligerísima) idea del humor que tiene este hombre, en mi último
encuentro con él, sufrimos un incidente realmente grave (os lo juro por mi
muro)… de ese tipo de sucedidos en los que sueles decir: “Algún día nos
reiremos de esto”. Bien, pues… cuarto de hora más tarde, ya nos estábamos
mondando de la risa.
En definitiva, es de
los míos: “si nos podemos reír ahora mismo, ¿para qué vamos a esperar más?”.
Diplomado en
Criminología con Máster en Psicología Conductual por la Universidad Miguel de
Cervantes de Barcelona. Autor de “Disparatado Asesinato en el Upper East Side”
(primer autor varón que escribió un chick lit en España) y co-autor (junto a
Anna Flores y Marc de Jaime) de “Mindcoaching elementalMENTE”
Mi opinión:
El autor, claramente,
ha madurado como tal. Si bien en la primera parte de esta trilogía (sí, ya se
ha dicho: va a ser trilogía) cometía algún que otro error ortotipográfico,
ortográfico o incluso gramatical, en esta ocasión Pérez de Tudela ha adquirido
mucha más soltura y un más esmerado estilo. Eso es evidente desde la primera
página. (Algún error hay… pero apenas lo notas y, al final de la presente os
haré saber por qué no me da la gana de citarlos).
En paralelo, ha hecho
madurar a su protagonista sin perder ápice de su peculiar modo de ser. Daphne
ha abandonado su papel de solterona amargada para ser una exitosa comunicadora
(en radio y televisión), amante e insegura esposa y tortuosa e indecisa futura
madre y esto le hace ser mucho más divertida y ocurrente que en la primera
entrega.
Si, en la primera parte,
las mujeres nos quedamos boquiabiertas con todo lo que un señor podía saber al
respecto de lo que nos ocurre a las señoras en época menstrual… ¡Ya no os digo
lo mucho que sabe sobre embarazos! Y lo bien que documenta Nueva York que
parece que haya estado viviendo allí una larga temporada. Es todo un investigador y un buen documentalista.
La trama también ha
ganado en intriga. El autor recurre a hacer un guiño literario a Agatha
Christie y a su novela “Diez negritos” y, a la vez, te hace recordar a
“Asesinato en el Orient Express” (por aquello del “entre todos la mataron y
ella sola se murió”, (en ese caso, él,
ya que se trataba de Samuel Ratchett) porque, en cada capítulo, sospechas de todos
y cada uno de los personajes y no te enteras de quien es el verdadero criminal
casi hasta la última página, (bueno, exactamente entre las quince páginas
finales).
Todo esto y el que, a
cada dos por tres, te mondes de la risa con las situaciones en las que ella
solita se mete (aún me la imagino escondida en una cámara refrigerada para
cadáveres, tratando de explicar a su amiga Ashley que necesitaba ayuda) ya es un todo un éxito como literatura de humor.
Habrá quien critique negativamente
el que se incluyan todas estas escenas cómicas en mitad de una intriga, ya que
las encontrarán “entorpeciendo o desviando la trama principal” pero, os lo
aseguro, a mí me resultan refrescantes y desestresantes precisamente de eso, de
tanto misterio. Y, a la vez, muy descriptivas del perfil psicológico de la
protagonista. ¿Por qué, quién, en su sano juicio, si no es ella, en uno de los
peores momentos de su existencia, puede pensar del modo que describo a
continuación?:
“¡Caray la
que está liando ella solita! Esto parece el final de “Titanic”, un momento
lacrimógeno y racionalmente absurdo a más no poder. La diferencia es que aquí
la gorda soy yo.
«¡En ese
tablón cabían dos!», pienso recordando el final de la película.”
Es, como siempre he
dicho que somos las mujeres. Empezamos un tema, lo enlazamos con otro
totalmente distinto…, a mitad del camino nos acordamos de otro detalle y luego
terminamos el segundo asunto abordado; tras éste, el primero y ya no nos
acordábamos de qué queríamos decir con el tercero. Pero una buena amiga,
siempre te lo recuerda y somos capaces de sacar la conclusión. Un hombre, evidentemente, es imposible que nos siga. Y esta chica (Daphne) no para con su diarrea mental.
Otro punto a favor de
la novela es el resto de personajes secundarios: (Marion, Josh, Billy…) Todos
ellos muy definidos psicológicamente. Esto me encanta. Puedes saber quién es el
que está hablando en cualquier momento de un diálogo sin que el autor te aclare
de quién se trata en la acotación. Y, entre todos, el valor añadido: ¡¡Ashley
también ha madurado pero es…, si cabe, AÚN MÁS TONTA!! Y no puedes evitar
despepitarte de risa cada vez que interviene en una escena.
Los puntos negativos ya
se los dije al autor y espero que los corrija en la segunda edición. Así que no
os pienso cortar el rollo porque, ya sabéis, que cuando encuentro algo bueno
que compartir, me gusta compartirlo con todos. Y este libro os va a hacer pasar
un muy buen rato leyéndolo sin prejuicios. Indispensable en vuestra estantería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario