lunes, 9 de febrero de 2015

REIVINDIQUEMOS EL DERECHO A TENER EL DÍA INTERNACIONAL DE "SAN AUTÓNOMO BENDITO-TO"

¡¡NO PUEDE SER!! ¡No puede ser cierto!

He tenido que mirar tres o cuatro veces la dirección de la página web para ver si me había metido en alguna sobre chistes o bromas, pero no, resulta que la dirección es:


Y se trata de una página-calendario que te va citando los días INTERNACIONALMENTE NOMBRADOS para sólo Dios sabe qué.

Hay días de sobra conocidos: el día del padre, el día de la madre, el día internacional del niño, el del trabajador, el de la mujer, el de la mujer trabajadora, el de los enamorados…

Los hay realmente importantes como el día contra del cáncer, contra la mutilación genital femenina, del enfermo, aniversarios de independencias de algunos países, contra la trata humana, contra la violencia de género, contra el trabajo infantil,… ¡¡Hasta hay un día contra la corrupción!! (exactamente el 9 de diciembre, ¡cachis, va a ser que nos hemos enterado tarde!).

Pero, (tomen asiento, acomódense, beban algo pero antes de continuar leyendo, no se me vayan a atragantar), resulta que hay días como los que cito a continuación:

19 de Enero: Día Mundial de la Nieve (no olvides llevar “pelotas” para bombardear a la peña)

2 de Febrero: Día Mundial de los Humedales (no te seques tras la ducha. Si sudas, no es indispensable el aseo)

4 de Febrero: Día del Orgullo Zombie (oye, cuidado, que un Zombie también tiene derecho a sentir orgullo o si no, mira las carnicerías que organiza él solito)

13 de Febrero: Día Mundial del Soltero (no vale el que lo es porque le da la gana serlo, ¿eh? Siempre hay un roto para un descosido)

14 de Febrero: Día de los enamorados y día Europeo de la Salud Sexual (sí, sí, si estarás muy enamorado pero eso no te evita pillar unas venéreas… así que ya sabes lo que tienes que demandar, además de tu regalo)

22 de Febrero: Día del pensamiento Scout (es que ¡OTRO GALLO NOS CANTARÍA SI SUPÍERAMOS HACER NUDOS CON LAS CUERDAS! Aunque sea para usarlos de soga)

28 de Febrero: Día Mundial de las Enfermedades Raras (que haberlas haylas, como las Meigas)

1 de Abril: Día Internacional de la Diversión en el Trabajo (Este sí que es bueno para subrayar en la agenda)

25 de Mayo: Día del Orgullo Friki (y es que cada vez son más y mejores, oye. Hasta salen en la tele en magazines del corazón como tertulianos o los encierran en El Gran Hermano)

8 de Agosto: Día Internacional del Orgasmo Femenino (espléndido, formidable, ay, sí, sí, sigue sigue…)

Queee… digo yo… ¿A quién se le ha ocurrido todo esto? ¿A quién pagan para que se dedique a destinar fechas a causas tan tan tan tan gggggggggg…eniales?

Además de recordaros que tenéis QUE EXIGIR LAS CELEBRACIONES de los días: 1 de abril (intentad concienciar al jefe que estáis “celebrando” el día de la diversión en el trabajo, cuando os pille en la oficina haciendo un sudoku o un solitario, matando marcianos, bailando sobre las mesas, haciendo la conga en el pasillo, jugando a las carreras con tus compañeros con las sillas de ruedas o borrachos perdidos) y el día 8 de agosto (importantísimo, niñas, reclamad vuestro derecho internacionalmente reconocido)…

PUES ME QUEDO TOTALMENTE CONSTERNADA AL ENCONTRAR QUE NO HAY NI UN SOLO DÍA DESTINADO AL AUTÓNOMO.

Por eso, desde aquí, hago llamamiento nacional, internacional, mundial y UNIVERSAL para que REIVINDIQUEMOS el derecho de celebrar:

“EL DÍA DE SAN AUTÓNOMO BENDITO-TO”.

Esos pobres desgraciados que ni tan siquiera figuráis en las estadísticas. Aquellos que cerraron el negocio, con todo el dolor de su corazón; no soñaron siquiera con cobrar el paro o asistir a las colas del INEM y ningún periódico lo nombró como un penoso y patético porcentaje como persona desempleada.

Esos infelices que ENVIDIAN a los mileuristas y a los becarios.

Los que jamás se ponen enfermos, los que apenas salen de vacaciones, los que visitan a su hijo en la maternidad de 14 a 15, mientras se comen el bocata. Las que después de parir, se dan la duchita, depositan al bebé en casa de los abuelos y se ponen al tajo. Los que casi-casi (se podría decir) que pagan para poder continuar trabajando y que continúan trabajando para poder pagar sus impuestos (¿cómo que “ein”? sí, sí, es muy sencillo: seguís trabajando para poder pagar y pagáis para poder seguir trabajando).

Los que tienen la sensación de que, cada vez que entran en un banco, los empleados se van a tirar al suelo. Los que al ver llegar al cartero con una carta de hacienda buscan una bolsa de papel craft y se ponen a respirar dentro de ella, para evitar la hiperventilación. Los que necesitan pastillas para dormir y otras capsulitas que les ayuden a tirar de sus huesos fuera del colchón, cada mañana.

Los que se van al bar pero no para tomarse el cafetito ni el pincho de tortilla, sino para “chupar” de wifi y ahorrar internet. (Por cierto, en el bar los apodaron "El Caracol" porque no hace más que mudarse de local ya que trata de rebajar el pago del alquiler, a toda costa, hasta tal punto que ya está cuestionándose irse bajo un puente o al cuarto de baño de casa).
Los que son acusados de frecuentar la “economía sumergida” y, cada vez que presupuestan tres euros, escuchan al cliente preguntar: “Oye, estooo…, ¿qué te iba a decir? Y… ¿a cómo me lo cobrarías sin factura?” Que la cosa tiene tela de gracia porque el cliente paga sin factura pero reclama su derecho de garantía (¡no te amuela!) por lo que el autónomo puede tripitir o incluso realizar la misma “ñapa” al cliente hasta setenta veces siete, sin cobrar un céntimo porque “el consumidor no está contento con el resultado”.

Esos a los que todavía hay quien los denomina despectivamente “propietarios” pero, para poder mantener “esa propiedad”, tuvieron que sacar a la suegra del geriátrico para que contribuya a la subsistencia del hogar familiar con la pensión.

O los llaman “empresarios”, muy necesitados para la política española porque “de momento, uno menos en la estadística de paro y, además, ¡pueden crear puestos de trabajo!”; pero jamás contratan a nadie porque, de hacerlo, ya pueden olvidarse de tener suelto en la cartera para comprar el pan diario. Y, si lo hacen y un día tienen que despedir al trabajador (porque, claro, a ver: si el currito cobra, el que no cobra es el “empresario”), se tienen que endeudar hasta las pestañas para poder pagar el finiquito y la indemnización.

A ti, mi querido autónomo, porque te lo mereces y porque te queremos (y, para que conserves tu buen humor, ahí te va viñeta de Forges)


® Miriam Lavilla