lunes, 16 de enero de 2012

Os invito a OBSERVAR PÁJAROS!!!!!


Me dio una tarjeta de visita.

En ella había una sencilla ilustración de un pájaro, una bonita tipografía y la dirección de la web.

The Chinese Birdwatchers

Me pareció romántico y original.

“¿Estudias o trabajas?” “No, mira... yo me dedico a observar pájaros”.

¿Quién, en este loco mundo, tiene tiempo para abrirse paso, entre la multitud, a empujones e intentar alcanzar el botón, pulsarlo, bajarse en la próxima y dejar que el reloj siga su ritmo para detener la vida propia y mirar pájaros?

----¡Bueh…! ----dijo él encogiéndose de hombros. ----Hacemos música tranquiliiiitaaaa…

Reconozco que sentí una ligera desconfianza.

Hoy en día ya nadie tiene tiempo para mirar pájaros, observar una pintura o leer poesía vendida, a cambio de la voluntad, de manos de vagabundos. Apenas creemos en el arte. Es casi cosa del pasado. Ya todo está creado…

Pero, más por curiosidad que por otra cosa y, siendo consciente de que poca información adicional iba a lograr, dada la humildad del chaval, en cuanto entré por la puerta de casa, me dirigí al ordenador y me conecté a la red.

Ahí estaba: “‘En la China actual, en pleno crecimiento frenético, se han diluido tradiciones milenarias como la de sentarse a observar pájaros’ Un artículo publicado en la revista The Economist puso nombre a esta banda formada en 2009.

Tras leerlo, me sumergí, de lleno, en la música y me dejé llevar por mis sentidos.

Atisbé, de reojo, el cerro de ropa que esperaba lavadora o plancha, la cocina estaba hecha una pocilga (con mis dos hombres solos en casa), los perros me reprochaban, silenciosamente, las horas que eran ¡y ellos sin salir!, la cena sin hacer…

¡Vaya! ¡Al fin había logrado detener el mundo entero para OBSERVAR pájaros!

Me sentí orgullosa de mi caótica pereza.

Escuchando “The Chinese Birdwatchers” he recordado a mis adorados Joao y Astrud Gilberto, a Stan Getz… Incluso a U2, Coldplay, Waterboys… unos pellizcos de James Taylor o Paul Weller y la arrebatadora voz solista hacía guiños a Bowie o a Dave Ray Moore, el solista de Cousteau…

Todos esos ingredientes: la bossanova, el rock, el folk e incluso, una cucharita de café de soul… composiciones suaves, elegantes y voz al más puro estilo crooner… te hacen levitar, soñar, echar de menos sentimientos, emociones vividas, personas importantes que se marcharon, risas y lágrimas pasadas, ropas apolilladas en el armario, cartas y postales recluidas en cualquier cajón..., tradiciones milenarias olvidadas…

Como la de sentarse en un parque y dejar que pasen las horas en blanco, observando pájaros.